(ANS – Roma) – Una vez más, la  Basílica de San Pedro fue el lugar de la celebración Eucarística presidida por el Rector Mayor, Don Pascual Chávez, en ocasión de la Solemnidad de Todos los Santos y, antes de iniciar la Maratón de los Santos. El sucesor de Don Bosco hizo resonar, una vez más,  la invitación a la santidad, la misma que capturó la atención de Santo Domingo Savio.

Se ha convertido en una tradición de los salesianos de Italia la Maratón de los Santos, manifestación deportiva y cultural que ya llegó a la III edición, con un modo nuevo y creativo para celebrar la solemnidad de Todos los Santos, sin olvidar la dimensión de la solidaridad. Unida a la maratón, de este año, se realizó la campaña de la colecta de fondos a favor los programas de los salesianos para los desplazados en Pakistán.

La jornada fue inaugurada por el Rector Mayor que presidió la Eucaristía en el altar de la Basílica de San Pedro. Junto a él, su Vicario padre Adriano Bregolín, un centenar de salesianos de Italia y los participantes al congreso internacional “Don Rúa en la Historia”. La misa fue acompañada por cerca de mil muchachos, jóvenes y adultos venidos de las casas salesianas de Italia.

“La fiesta de cada santo nos recuerda cuál es nuestra vocación: hemos nacido como fruto del amor, para amar y ser amados y así ser felices para siempre”, dijo Don Chávez al inicio de la homilía. Una fiesta que es memoria del pasado, con el recuerdo de quien ya ha vivido a la luz del Evangelio,  y del futuro “porque nos hace ver por anticipado lo que será de todos nosotros en el mundo de los resucitados”.

Al recordar el estrecho légame entre la fiesta de cada santo con la Conmemoración de los difuntos, el Rector Mayor insistió que cada uno debe sentirse hijo de Dios “asumiendo la Carta Magna del reino que invita a una nueva jerarquía de valores en este mundo”. Asumiendo las bienaventuranzas, que constituyen la “la carta constitucional” del reino de los cielos, y convirtiéndose en sal de la tierra y luz del mundo.

“Recuperar el valor de la santidad frente a la mediocridad rampante de la vida, descubrir el valor comunitario frente al individualismo creciente, hacer experiencia de la belleza de Dios frente a las falsas imágenes de belleza en boga” son los pasos para ser sal de la tierra y luz del mundo.

“Ustedes, hermanos y hermanas, queridos amigos, están llamados a ser felices y, por lo tanto, a llenar de felicidad, de esperanza y de futuro este mundo; … ustedes están llamados a la santidad”…… Parafraseando a Don Bosco yo diría que es fascinante ser santos, porque la santidad es luminosa, es tensión espiritual, es esplendor, luz, felicidad interior, equilibrio, es amor llevado al extremo”.

La fiesta de la santidad continuo con las Maratón de los santos que, a pesar del tiempo nubado, se desarrolló entre la felicidad y el entusiasmo de los participantes.