26 mayo 2012

Un lenguaje común

Posted by P. Pedro Ayala | 26 mayo 2012 | Category: |

¿Cómo es que cada uno de nosotros
los oye en su propia lengua?Hch. 2, 8.
El lenguaje común del amor 
nos permite comparir y formar comunidad,
 esto es gracias al regalo del Espíritu Santo


En el domingo mundial de las misiones (DOMUND) de 2009, comenzaba con este trabajo personal, había elegido esa fecha como un elemento simbólico, para comenzar con la misión de evangelizar en los nuevos foros, en los nuevos y modernos areópagos en las nuevas plazas… en “la red”.

Han pasado ya dos años y unos cuantos meses de este inicio, de manera más o menos regular he venido compartiendo una pequeña reflexión en torno a la Palabra de Dios, tomando como referencia el evangelio dominical. A finales de febrero, tal vez antes, me he ausentado de este “nuevo patio” pues me encontraba preparando el viaje a mi destino de misión.

Hoy se cumplen dos meses de mi llegada y coinciden con esta fiesta de pentecostés, es un buen momento también para retomar esta actividad, la evangelización en la red, ¡así que ya estoy de vuelta!

Del miedo y el aislamiento al valor y la comunicación
Celebrar la fiesta del Espíritu Santo, el gran acontecimiento que dio a los temerosos discípulos, la fuerza para salir y anunciar al resucitado, ellos se encontraban encerrados por miedo, y ante una situación semejante como fue la crucifixión de Jesús,  es normal el buscar seguridad, es el instinto de conservación, sin embargo este instinto hacía que el gran regalo de la salvación, que Dios nos había ofrecido en su Hijo quedara oculto, aislado e incomunicado, era necesario que recibieran ese Espíritu que motivara, que impulsara a vencer el temor  salir y compartir con los demás la experiencia que ellos había vivido.

Jesús se presenta en medio de sus discípulos, les desea y les ofrece la paz, después les concede el Espíritu Santo, en el relato de los hechos de los apóstoles, san Lucas describe el momento y expresa con claridad cómo es el Espíritu Santo quien les impulsa a salir, a hablar y comunicar lo que ellos habían recibido y quienes les escuchaban aunque no tenían la misma lengua materna podían comprender el mensaje, como si hablaran un mismo idioma.

La presencia del Espíritu Santo no es sólo en un momento concreto, cincuenta días después de la pascua, mucho menos hace dos mil años. Es una presencia continua y constante que sigue impulsando a miles de cristianos a compartir su experiencia de encuentro con el Resucitado. Es cierto no podemos ver al “Espíritu Santo” pero si podemos ver las obras que impulsa y que realiza en aquellos que le aceptan, podemos ver cómo todos comprendemos el lenguaje del amor, podemos contemplar cómo a pesar del daño sufrido se es capaz de perdonar, podemos contemplar a muchos jóvenes que de distintas maneras buscan transformar y renovar la sociedad, pasar de la injusticia a la solidaridad, de la indiferencia al compromiso.

La fiesta del Espíritu Santo, nos ha de impulsar a todos y cada uno de nosotros a dar frutos, a dejarnos guiar y conducir por este Espíritu, vencer el temor al qué dirán, hablar éste lenguaje común, salir de nuestra seguridad y dar testimonio de que la salvación que Dios nos ofrece es real y palpable en todos y cada uno de los que hemos sido salvados por Nuestro Señor Jesucristo.

P. Pedro Ayala sdb

Currently have 1 comentarios:

  1. Que dificil ha de haber sido para los dicipulos salir a proclamar a los pueblos, a un Jesus que la gente ni siquiera conoció...nosotros lo conociamas y oimos hablar de El por generaciones, pero imaginece usted la magnitud de el trabajo de los DOCE primeros dicipulos!!!INCREIBLE


Leave a Reply

Gracias por tu visita, por favor deja tu comentario