Sábado 3 de julio de 2010, son las ocho de la noche, en un canal de la  tv abierta ha comenzado el noticiero sabatino, no hay muchas opciones  para quienes no contamos con algún sistema de tv satelital o por cable,  me dispongo a ver el noticiero, las primeras notas presentadas hablan de accidentes automovilísticos, muertes, agentes de investigación que hace unos días estaban desaparecidos, y han aparecido pero en pedazos… los primeros 20 minutos del noticiero fueron dedicados a estas notas, por un momento pensé estar viendo un programa sensasionalista, de esos que venden con el dolor ajeno, que mientras mas sangre y más cruel sea la escena genera más morbo que redunda en ganancias.

¿Por qué comenzar una reflexión sobre la Palabra de Dios con un comentario así?, tiene sentido porque este domingo 4 de Julio, en la liturgia de la Palabra se nos invita a ser portadores de Buena Noticia, si esas buenas noticias que tal vez no venden pero que dan sentido a nuestra vida y fortalecen la esperanza.

Jesús envía ahora a sus discípulos de dos en dos a anunciar la llegada del Reino de Dios, no sin antes advertirles de los peligros a los cuales pueden verse expuestos, de la urgencia y de las exigencias que acompañan esta encomienda, envía a aquellos que han caminado con él, hombres y mujeres que le han escuchado, que han visto los signo –milagros- que Jesús realiza, los envía de dos en dos para que su testimonio, según la ley judía conste, son esas personas sencillas que se han sentido fuertemente atraídos por Jesús los que ahora son enviados. Utilizan los medios que tienen a su alcance para realizar esta misión, ponen al servicio del Reino de Dios su persona, su creatividad, su pasión por compartir la buena noticia, ¡que Dios Padre ha enviado a su Hijo, a Jesús que se encuentra entre nosotros, para darnos la salvación!

Pareciera que hoy no somos discípulos de Jesús, menos portadores de esa Buena Noticia, pareciera que nos falta la pasión por anunciar el Reino de Dios, ya parece que voy tomando el mismo tono pesimista de los noticieros, pero navegando un poco en la red, no mucho tiempo he encontrado grupos de jóvenes, comunidades que con creatividad siguen transmitiendo la Buena Noticia, que siguen obedeciendo a el mandato de Jesús. Les presento al final de este pequeño comentario algunos videos que se encuentran en youtube, y presentan un poco de la gran creatividad para continuar anunciando a Jesús, que bueno sería que pasáramos del slogan de la V Conferencia del episcopado Latinoamericano, “Discípulos y Misioneros de Jesucristo para que Nuestros Pueblos en Él Tengan Vida” a la vivencia personal y comunitaria de este llamado a ser discípulos y del mandato de Jesús a ser sus heraldos.

Las exigencias son muchas, pero la recompensa que nos ofrece Jesús bien vale la pena.