04 diciembre 2010

Se solicitan profetas

Posted by P. Pedro Ayala | 04 diciembre 2010 | Category: |


P. Pedro Ayala SDB.
Hoy ya no se habla del profeta, es un oficio que tal vez no le vemos mucho beneficio, o quien se proclama o presenta como profeta, es identificado como un loco, como un soñador, un utópico que no tiene los pies en la tierra y que por lo tanto vive de sus ilusiones.

Hoy necesitamos de profetas como en tiempos de Isaías, el pueblo había perdido la esperanza, para qué luchar si las cosas son siempre iguales, para qué esforzarnos en un cambio si este nunca va a llegar, y es ahí donde el profeta realiza su misión de despertar la esperanza, suscitar en el corazón de hombres y mujeres el deseo de transformar, de cambiar el entorno social en el cual se encuentran. "A todo se acostumbra uno" es el dicho popular, y que suena como sentencia final que coloca a la esperanza en un rincón, donde le puede guardar y olvidar, el profeta tiene esta misión, evitar que nos acostumbremos, tanto a las situaciones favorables, como aquellas que ciertamente no lo son, no podemos acostumbrarnos al bien, porque siempre tiene novedad, mucho menos podemos acostumbrarnos al mal por esto nos lleva a la muerte.

Hoy necesitamos profetas, si gente que tal vez puedan ser identificados como medio locos, ilusos, utópicos, soñadores, generadores de esperanza, una esperanza que no consiste en sentarnos y aguardar a que las cosas sucedan, es una esperanza activa, que no pierde de vista el ideal, pero que trabaja para que éste, con el esfuerzo de todos vaya construyéndose.

En este segundo domingo de Adviento la persona de los profetas es muy importante, Isaías anuncia un lugar paradisiaco, de convivencia plena y en paz, donde lo impensable es concretizado en la realidad, y Juan que invita a la conversión, a la preparación, pues el Reino de Dios está cerca. Este tiempo de adviento es el tiempo de esperar y trabajar, no podemos esperar una sociedad más justa si personalmente no comenzamos por vivir y practicar la justicia en lo ordinario de nuestra vida, no podremos ver una sociedad de paz si personalmente no promovemos y vivimos en paz con nosotros mismos, con los demás. Si pensamos que el Reino de Dios se dará como imposición desde afuera, como una irrupción celestial que aniquila, limpia y reinstaura, tal vez no nos toque verle, pero si reconocemos que el Reino de Dios anunciado por Jesús, es una realidad que se va gestando, y de la cual nosotros no somos simples espectadores sino constructores, comenzaremos a trabajar con más energía para que éste se haga posible.
hoy necesitamos, solicitamos profetas que nos ayuden a fijar la mirada en el cielo, en la realización del Reino de Dios, y que nos ayuden a tener los pies bien fijos en la tierra y nuestras manos ocupadas en construir, en favorecer éste reino de justicia, de amor, de verdad. No perdamos de vista nuestra meta sigamos trabajando y esperando que el Señor Jesús venga, que nuestro grito sea ese, como el de los primeros cristianos MARANHATA.

Currently have 2 comentarios:

  1. ¡Bien dicho Pedro!
    Te felicito por lo que escribes, me enriquece y edifica. Además me motiva a convertirme en profeta de la buena noticia, que espera y da esperanza, que construye la civilización del amor, el reino de Dios en la tierra.

  2. Alejandro Zepeda S. says:

    Tal vez esos lobos rapaces y esos osos y leones feroces podemos ser nosotros mismos cuando no vivimos nuestra propia armonía y eso mismo nos impide vivirla con los demás. Sólo escuchando y haciendo nuestra la Palabra de Cristo que se "encarne" esta navidad en nuestro corazón, tal vez consigamos la armonía necesaria para construir la de nuestro entorno. Eso es hacer nuestro el Reino de Dios ya presente desde Cristo y en Cristo!


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