23 enero 2011

Como la semilla de mostaza

Posted by P. Pedro Ayala | 23 enero 2011 | Category: |

P. Pedro Ayala sdb.
Se fue y habitó en el territorio de Cafarnaúm junto al mar.  Mc 4, 13.

Una manera muy sencilla de iniciar la misión encomendada por Dios Padre, que ciertamente no se parece en nada a los comienzos o inauguraciones de nuestras actividades, pensemos por ejemplo en la inauguración de una obra pública, un puente, una carretera, un edificio… tienen que ser anunciada con bombo y platillo, que se haga ruido, que la gente se entere, que se de cuenta de que aquellos que ocupan un puesto de servicio público cumplen, también podemos pensar en el inicio de una actividad que ha de ser beneficio de la población, algún programa de desarrollo, la firma de un acuerdo… se invita a que estén presente la prensa, la radio y la televisión. Podemos pensar también en las celebraciones litúrgicas, por ejemplo, una ordenación sacerdotal, no se diga la ordenación episcopal, muchas veces pareciera que es el momento oportuno para mostrar el poder económico y social que se tiene… pues bien Jesús no comienza su misión con este estilo, no lo hace en la ciudad de Jerusalén, donde se concentra el poder religioso y político, lo hace en la región del norte, en la Galilea de los paganos, una región menospreciada.

Es en esta región donde llama a sus primeros discípulos, invita a algunos para que le sigan, estén con él, escuchen su palabra, sus enseñanzas, que vean su manera de comportarse, para que aprendan. Lo hace de una manera muy sencilla, simplemente les dice, síganme, Marcos, el evangelista no nos presenta mas detalle de esta llamada, si hubo un diálogo o no entre Jesús y los primeros que llamó, simplemente nos dice que ellos dejándolo todo lo siguieron. Es posible que ya le hubieran oído predicar antes, o que tuviera alguna información sobre este hombre que se encontraba en esa región anunciando del Reino de Dios.

Muchos decimos ser cristianos, es decir seguidores de Cristo Jesús, eso debería tener claras implicaciones en nuestra vida, es decir, si yo me digo cristiano, es porque acepto a Jesús, su palabra, y sus indicaciones han de ser norma de vida, han de ser criterio para discernir y actuar. Ciertamente no siempre ocurre así, pues puedo decirme cristiano, pero no tener como punto de referencia a Cristo, ser un cristiano sólo de nombre, o solo porque mis padres, siguiendo una tradición familiar me llevaron a bautizar. Hoy y siempre el Señor Jesús nos llama a ser discípulos, nos llama por nuestro nombre y nos dice: “Sígueme”, la respuesta queda en nosotros, aceptamos o no ese llamado. Podemos pensar que este es un texto exclusivo para aquellos que quieren ser religiosos, sacerdotes, pero no, es un llamado a todos, para que en el estilo de vida que hemos elegido sigamos a Cristo, aprendamos de él, imitemos su ejemplo y le tengamos como Señor de nuestra vida, es decir que juzguemos según los criterio y valores que Jesús nos ofrece en el evangelio.

La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, nos invita a renovar el discipulado y aceptar la misión que Cristo nos confío como Iglesia, “discípulos y misioneros para nuestro pueblos en Él tengan vida”. Que aceptemos el llamado que Cristo nos hace, que le aceptemos a Él y le sigamos en nuestra vida.

Currently have 1 comentarios:

  1. P. Pedro, lo felicito, muy buena reflexión. Lo Admiro mucho por la facilidad de expresion que tiene para comunicarnos la palabra de nuestro señor Jésús. Como siempre, Gracias por estar ahi, siempre pendiente de nosotros. Reciba un cordial saludo.


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